Una industria sostenible cada vez más conectada, gracias a los principios de economía circular y a la digitalización
La Fundación Laboral se despide de su Semana de Innovación en Formación de la Industria de la Construcción hablando sobre los tres grandes retos actuales del sector.
El tercer y último webinar de la Semana de Innovación en Formación de la Industria de la Construcción, organizada del 27 al 29 de octubre, por la Fundación Laboral de la Construcción, abordó los tres grandes retos que preocupan y que centran los esfuerzos de la industria en el ámbito europeo: la sostenibilidad, la digitalización y el uso de los principios de economía circular. Tres pilares que responden a la necesidad común de construir un sector moderno y competitivo.
Esta jornada virtual, conducida por el director de Formación y Empleo de la entidad paritaria, José Antonio Viejo, contó con la presencia de 239 asistentes y fue una clausura excepcional para una semana exitosa, en la que la construcción fue descrita como un sector con futuro y con muchas posibilidades.
Durante su apertura, Viejo destacó el trabajo de la Unión Europea (UE) en la creación de un sector respetuoso con el medio ambiente: «El origen nos lo encontramos en la Estrategia Europa 2020, que en materia climática o energética impuso una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la utilización de energías renovables y el incremento de la eficiencia energética». Estos fueron, sin lugar a duda, los pasos que guiaron el camino de la construcción hasta la actualidad. En dicho texto se incluyeron siete iniciativas, de las que el director de Formación y Empleo resaltó «la creación, por primera vez, de una Agenda digital para Europa».
Liderazgo español en Europa
Éstos fueron los pasos que guiaron el camino de la construcción hasta la actualidad y en los que la Fundación Laboral lleva décadas trabajando desde su departamento de Proyectos Internacionales: coordinando en España las iniciativas Build Up Skills Spain (2011-2013), Construye 2020 (2013-2016), y ahora, Construye 2020+ que propone la actualización de los cursos Build Up Skills -diseñados en las anteriores iniciativas-, con el objetivo de “reconocer a los profesionales que se están formando o que tienen formación en construcción sostenible dichas competencias, y que éstas queden reflejadas a través de una ‘green tag’ o se incluyan en la Tarjeta Profesional de la Construcción (TPC), para que los usuarios de viviendas puedan saber qué trabajadores son competentes y cuáles pueden realizar una instalación eficiente”, según expuso Viejo.
El director de Formación describió Build Up Skills Spain como «un proyecto pionero con el que tratamos de conocer en qué situación se encontraba el sector de la construcción, para conseguir alcanzar los Objetivo 2020 de rehabilitación energética». El resultado fue una Hoja de Ruta en la que se identificaban los retos de: «formar al 25%-35% de profesionales de la época y, además, entre otros, se identificaron cuatro oficios que era necesario actualizar, como el de la albañilería, el aislamiento, la fontanería y la cubierta».
Dicha iniciativa fue continuada por el proyecto Build Up Skills Spain “Construye 2020” (2013-2016) para desarrollar algunas de las medidas identificadas en la Hoja de Ruta. “Se revisaron y actualizaron las cualificaciones de los profesionales de la construcción desde el punto de vista de la eficiencia energética, y se realizó una importante campaña de difusión”, tal y como resumió Viejo.
El tercer pilar de esta iniciativa es el actual Construye 2020+ (2018-2021), perteneciente al programa Horizonte 2020, que propone la actualización de los cursos Build Up Skills -diseñados en la anterior iniciativa-, con el objetivo de «reconocer a los profesionales que se están formando o que tienen formación en construcción sostenible, para que dichas competencias quede reflejadas a través de una ‘green tag’ y se incluyan en la TPC [Tarjeta profesional de la construcción], y que así, los usuarios de viviendas puedan saber qué trabajadores son competentes y pueden realizar una instalación eficiente».
Visión europea
Desde el punto de vista comunitario, la Fundación coordina el proyecto Erasmus+, Construction Blueprint en Europa, iniciativa con la que se pretende “crear mecanismos estables en el tiempo que anticipen las necesidades de cualificación del sector, a fin de que los centros de Formación Profesional (FP) podamos desarrollar competencias y dar respuesta a las demandas”, tal y como explicó el directivo de la entidad paritaria. Se trata de un consorcio multidisciplinar formado por 24 socios de 12 países europeos.
Durante el encuentro virtual, también se habló del futuro ‘Pacto por las Competencias’ (Pact for Skills), un modelo de compromiso compartido para el desarrollo de habilidades en Europa que ha lanzado la Comisión Europea (CE) como respuesta a la Agenda europea de capacidades para la competitividad sostenible, la justicia social y la resiliencia, en la que actualmente se está trabajando desde la Comisión y para la que no se conoce fecha de publicación. En dicho texto, se destacan cuatro sectores clave para el impulso de Europa, entre los que se encuentra la construcción, que se enfrenta a una doble transición: digital y sostenible.
Apuesta por la construcción sostenible y digital
Junto a estos dos proyectos, se presentaron las iniciativas CDWaste y Si!BIM, que responden a la doble transición digital y sostenible, experimentada por la industria y recogida en el Pacto por las Competencias, como respuesta a la Agenda de Capacidades Europea para la competitividad sostenible, la equidad social y la resiliencia, en la que actualmente se está trabajando desde la Comisión Europea y para la que no se conoce fecha de publicación. Clara García, técnica de Proyectos Internacionales y responsable del proyecto CDWaste, destacó que esta iniciativa propone actualizar las competencias en materia de gestión de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) a través de la formación de los profesionales. Por su parte, Belén Blanco, técnica de Proyectos Internacionales y responsable de Si!BIM, resaltó que este proyecto pretende sensibilizar a los docentes y alumnos del sector en la utilización de herramientas digitales, y en especial de Building Information Modeling (BIM), para conectar los procesos de edificación.
Blanco explicó gráficamente lo que es y lo que no es BIM: «BIM no es usar herramientas informáticas específicas, no es llevar a cabo un procedimiento de modelado 3D, no es desarrollar un proyecto en el que los intervinientes (arquitectos, ingenieros de estructura, jefes de obra, capataces, etc.) trabajen de forma individual y aislada, sino todo lo contrario, BIM es el presente, y por eso desde este proyecto se pretende sensibilizar a los docentes y alumnos del sector en la utilización de herramientas digitales que conecten los procesos de edificación».
Hablamos de futuro, hablamos de construcción
Este webinar contó con un debate entre expertos en materia de economía circular, sostenibilidad y digitalización. Para Fernando García Mozos, jefe del departamento de Doméstico y Edificios de la Dirección de Ahorro y Eficiencia Energética del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), es imprescindible apostar por materiales que alarguen la vida de las construcciones y por rehabilitaciones integrales: «Se trata de apostar por la rehabilitación, ya que el consumo de recursos es inferior que en una obra nueva; además, actualmente no hay tejido empresarial que ofrezca soluciones integrales en rehabilitación, ni que consiga convencer al usuario de que las soluciones a medida son la mejor opción para alargar la vida de sus viviendas».
Sin duda, esa visión holística del proceso constructivo es la que abordó Paola Villoria, profesora de la Universidad Politécnica de Madrid y experta en gestión de residuos de edificación, ya que esa rehabilitación integral se conecta con la digitalización de la industria: «La revolución digital ayudará a impulsar la economía circular a través del traspaso de conocimientos. Prevenir los residuos y el reciclaje de los materiales de una obra debe hacerse desde la fase de diseño. En este sentido, agentes que intervienen en la primera fase de la edificación -proyectistas, etc.- deben pensar en la deconstrucción, en emplear materiales que tengan más vida y menos mantenimiento. Y es aquí donde BIM puede ayudar a incorporar datos medioambientales en la fase de construcción, de cara a que en una futura rehabilitación del edificio se tenga toda la información posible».
Precisamente, porque BIM no es el futuro, sino el presente, Manuel García Navas, arquitecto técnico e ingeniero de Edificación, experto en transformación digital, BIM de empresas y organismos públicos, y sector AECO (Arquitecture Engineering Construction Operations), manifestó que «es necesario que los trabajadores salgan de su zona de confort y apuesten por el uso de herramientas digitales que permitan afrontar este cambio de paradigma».
Para finalizar, Juan Jesús González, director general de Planificación y Organización Corporativa del Grupo Avintia, presentó el modelo Avintia de edificación 4.0, con el que a través de un software de primer nivel se conectan las diferentes fases del proceso constructivo, teniendo en cuenta la vida útil del edificio: «El periodo de construcción dura 18 meses, mientras que la explotación del edificio se extiende a 35 años».